lunes, 21 de enero de 2013

EstoCocia: semana 1

Bueno, que esta entrada sirva como confirmación de que sigo viva :D

Como siempre después de un tiempo de dejadez y olvido retomo mi blog para inaugurar una nueva etapa de mi vida. Me ha costado ponerme a ello y es que no he parado desde que he llegado, ¡pero aquí estoy de nuevo!

Como todos sabéis me he venido a Suecia, o como dice un amigo que se liaba al decir dónde me iba, a Estococia (una mezcla entre Estocolmo y Escocia, como el propio nombre indica XD). [También podría llamarlo Suiezia, por esos que se aún no saben si estoy en Suiza o en Suecia ;)]

Como también sabréis los que me conocéis yo no entiendo mucho de términos medios en cuanto a sentimientos se refiere. Por lo general lo que me gusta me encanta, y lo que no, mal va. Así soy yo, una radical XD Cuando me fui a Londres no es que tuviera una experiencia horrible y desastrosa y fuera tremendamente infeliz, pero hubo pocas cosas realmente disfrutonas y destacables, y la experiencia para mí fue bastante negativa. Aquí, por suerte, está siendo justo lo contratio (¡de momento!).

Por contar os podría contar mil millones de cosas, que la semana ha dado para mucho, pero es tarde y mañana es mi primer día oficial, así que me voy a ceñir a lo más destacable. Empiezo por el hecho de que en el avión conocí a una sevillana muy maja que a parte de orientarme acerca de los primeros pasos a tomar al llegar, me dio su número y su email, y hasta me acompañó a pillar el metro aunque ella iba a otro lado :D Gracias a ella el viernes ya fui a una cena y conocí gente, y hoy he pasado un domingo estupendo (nota, me ha llevado a un sitio carillo pero con unas vistas geniales al que pienso llevar a todo aquel que me venga a ver -y esté dispuesto a pagarlo! jaja-).

Una de las dos islas que se ve desde la terraza :)

Pero mis mejores amigas aquí son otras: mis botas XD Cuando llegué había poca nieve y no mucho frío. Esa noche cayó la gran nevada y lo dejó todo cubiertísimo y precioso, y luego el finde ha habido récord de temperaturas de lo que va de invierno (unos -20 gradejos o más...). En fin, mis botas son calentinas, impermeables, y tienen una suela molona que agarra súper bien, y por todo ello me hacen muy feliz, ¡jajaja!

*

A la mañana siguiente de llegar...

Lo más negativo: el sitio donde me hospedo. Es carísimo (pero caro, caro), y aunque la habitación no está mal, la 'cocina' a la que tengo acceso no tiene más que microondas, así que me dejo una pasta extra en comida precocinada, cara de por sí, y que en general está más bien mala... (Aquí no hay Mercadona con callos en lata, ni fabada Litoral... :( ¿Qué por qué no me voy? Eso tendrá que esperar hasta el próximo capítulo.

¡Un beso enorme desde estas heladoras tierras!

* No es por hacer propaganda gratuita, es para que os hagáis una idea (probablemente os parecerán geniales u horribles, aún no conozco a nadie que se quede indiferente, jaja) Y por cierto, aquí me fijo mucho en cómo visten, y sobre todo en qué calzan, y de estas botas resulta que veo un montón.

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