miércoles, 16 de mayo de 2012

Increíble pero cierto

Llevo ya tiempo queriendo publicar esta entrada, pero surgían otros temas y...

Y es una pena porque ahora ya no tengo la dichosa conversación tan fresca y fijo que me olvido de jugosos detalles... Pero bueno, os voy a poner en antecedentes: en espabila ya no hay yoga (noooooooooooooo...) y yo ya no sé vivir sin él, así que me apunté a unas clases. Por si os lo preguntáis, sí, también puedo hacer yoga en casa, de hecho cuando tenía mi pisito me levantaba antes por las mañanas para hacer yoga un rato... pero ahora no se dan las circunstancias idóneas, y apuntándome a clase me aseguro que lo vaya a hacer, lo cual me viene de perlas para la espalda (y también para mi salud mental...). Además, así aprendo más :)


El profesor que lo da es un verdadero yogi. No me malinterpretéis, no es un occidental que va de gurú del oriente ni nada de eso, pero es una persona que sabe del tema, y que puede adquirir posturas impensables con una facilidad pasmosa, lo que le hace a una sentirse una auténtica inútil con la elasticidad de Robocop...

La cosa es que el profe anda algo pocho y ha faltado a alguna clase. Hasta ahí todo normal. Pero un día vino, después de haber faltado la clase anterior, y nos deleitó (a la otra única alumna que había acudido aquel día, y a mí) con el relato de sus penurias físicas y sus teorías de una vida sana... A todo esto os diré que el hombre, ojeroso a más no poder, está más delgado que un suspiro, y al parecer todo eso se debe en gran parte a problemas gástricos.

Yo aquel día necesitaba mi sesión de yoga, pero yo si no tengo confianza, suelo ser algo cortada para ciertas cosas, como para decirle a este hombre: ¡¡cállate la boca de una puñetera vez y dame la maldita clase coño!! ¿¿¿O te piensas que vengo a clase a verte el jeto??? Yo mala hostia tengo mucha, pero educación también, así que mientras me cagaba en todo mentalmente, me dediqué a hacer estiramientos, mientras la otra señora asentía a todo lo que el profesor decía...

¡¡Y ay lo que dijo!! Al parecer él tiene helicobacter-pylori, que es una bactería que te hace trizas el estómago. Y el hombre se emocionó al hablar de la bacteria, de la cual dijo: te hace agujeros como en espiral, de ahí que se empiece por 'helico-', porque viene de 'helicóptero'... Hombre, no es la mejor definición etimológica que he oído... XD


Luego empezó una diatriba contra la leche. Dijo muuuuchas cosas, pero sobre todo recuerdo lo mucho que defendía que no nos hacen falta los lácteos para tener los huesos sanos, que con hacer ejercicio valía, y que le leche no hace más que dañarnos el estómago y el intestino, en cuyos recovecos se quedan restos que no digerimos, que luego se van pudriendo... (¡¿?!) También dijo lindezas como que cómo puede ser que las vacas tengan tanto calcio (para ellas, para nosotros...) sólo comiendo hierba (y ahí se le iluminó la cara, en plan epifanía), eso significa que los seres humanos tampoco necesitamos ni lácteos, ¡¡ni carne!! Millones de años de evolución para dejar der ser cuadrúpedos para esto...

Me voy a abstener de rebatir sus afirmaciones (lo mismo que hice aquél día) porque me parece innecesario... El morderme la lengua aquel día (que estaba agotada por dentro y por fuera) me sirvió para que se cansara de su monólogo y nos diera unos míseros 20 minutejos de clase. Hoy me lo ahorro para no aburriros (de) más, y porque sé que a vosotros no hace falta que os explique en qué fallan sus sonados argumentos... Mi única duda es, ¿la otra señora fliparía tanto como yo, o realmente le sonó lógico algo de todo aquello...? Parecía hasta interesada...

Para terminar, una anécdota más: según una mujer que lleva una tienda de productos ecológicos, en el mundillo de la sostenibilidad más profunda se dice que los infartos cerebrales se producen por las tormentas solares... Y yo echándole la bronca a mi padre por haber trabajado tanto, no haber dejado de fumar a tiempo, no cuidarse la tensión ni el colesterol... y va a ser que la culpa la tiene el sol... XD

Yo 'ecológica' sí, pero tanto...

6 comentarios:

Héctor dijo...

Lo siento, no puedo resistirme... "El profesor que lo da es un verdadero yogi."
http://dibujos-animados.org/wp-content/gallery/imagenes-yogui/oso1.jpg

Aquí la bióloga es Nui, así que sólo comentaré el tema de las tormentas solares: JAJAJA. (siempre con el debido escepticismo científico)

Nuiti dijo...

Pfffff...

No tiene desperdicio nada de lo que os dijo el tipo ¿eh? Que le pregunten de dónde sacaba el calcio su señora madre para alimentarle a él de pequeño.
Lo de las tormentas solares... Me gustaría saber cómo influyen en la formación de coágulos, en la presión sanguínea...
Ya te estoy imaginando "me quiero relajar, me quiero relajar, pero te partiría la cabeza en dos..."

Emc dijo...

Ya te dije en persona todo lo que tenía que añadir al respecto, creo que no tengo más que añadir.
Yo me hubiera crispado bastante, pero además de que como tú hubiera querido que acabara para dar clase, creo que si le contestas no hubierais llegado a nada, es ese momento en el que piensas: "¿para qué voy a llevarte la contraria?... tu come sólo hierba y verás".

ysa dijo...

jajajajaja, no había pensado yo en el oso al poner el comentario, pero por suerte ahí tenemos a Héctor, XD Hombre las disparatadas ideas del Oso Yogi no están tan lejos de los maravillosos argumentos de mi profe, el 'yogi', jajaja.

Por cierto, me he acordado de otra cosa que dijo, la leche es mala porque tiene bacterias y el cuerpo las ataca, y entonces nos bajan las defensas... (que estén muertas da igual, según él el cuerpo no se entera y va al ataque igual). Según él, no se os ocurra tomar un vaso de leche si estáis enfermos, ¡¡es un suicidio!! Y entonces yo me acuerdo de cuando comí 'steak tartare', que lleva carne cruda de ternera y huevo crudo... ¡Aquéllo sí que fue un suicidio!

Mmmmm... ¿Eso significa que soy un ángel? ¿Un zombi? ¿Es esto el infierno...? XD

ysa dijo...

Jo, ayer tuve clase de yoga y me sentí mal... Que a ver, lo que pongo aquí es lo que él contó, y tiene bastante delito, pero bueno, tampoco quiero ofender a nadie... (Bueno, que yo sepa él no lo habrá leído, que mi blog no es tan conocido, pero...). Si al menos le hubiera cortado el otro día ahora no sentiría que estoy traicionando a nadie... Claro que si le huiera cortado no hubiera tenido nada qué contaros y no tendría este dilema...
En fin, igual acabo borrando la entrada y ya.

Carlos dijo...

¡¡cállate la boca de una puñetera vez y dame la maldita clase coño!! ¿¿¿O te piensas que vengo a clase a verte el jeto???

XDDDDDDDDDDDDDDDD

Ahí, sobre todo, comedida y apocada.

XDDDDDD

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