Me ha costado, reconozco que me ha costado un cuanto decidir qué vídeo poner de este (¿gran?) hombre. Pero es que éste se lleva la palma, no ya por lo grande de la canción, sino por la coreografía que se marcan los del vídeo. Merece la pena verlo entero.
Y es que antes de ayer Michael Jackson cumplió 50 añejos (asumámoslo, nos hacemos mayores). Debido a dicho aniversario quería poner una entrada relacionada con tan polémico personaje.
No quiero emitir juicios de valor con respecto a él, esta entrada no va de eso. Lo único que quiero es recordar a este hombre cuyos álbumes marcaron mi infacia y cuya música aún considero de la mejor que se puede escuchar.
Disfrutad del vídeo, y rememorad algo de los tiempos pasados (a poder ser de los buenos) ;)
sábado, 30 de agosto de 2008
Como pasan los años...
lunes, 11 de agosto de 2008
Una de aventuras
Pues resulta que un rey que tenía tres hijas, las metió en tres botijas y las tapó con pez...
Bueno, a nosotras no nos pasó eso exactamente, más que nada porque no éramos 3, sino 4, y porque de princesas poco, aunque seamos divinas... ;) Pero sí que...
Pues resulta que... un día de camino a una playa en la que pasar la noche entre Los Caños y Tarifa terminamos en la playa de Bolonia por equivocación, pero ésta nos gustó tanto que decidimos que merecía la pena habernos equivocado y terminamos pasando allí, no sólo la tarde, sino la noche también. Eso sí, la velada no pudo empezar peor.
¿Sabéis lo que son lo que yo denomino los 'aparcaderos'? Resulta que son personillas de aspecto más bien 'yonkiano' (palabra derivada de yonki) que se dedican a indicarte de manera bastante innecesaria dónde puedes aparcar y después te reclaman un dinerillo a cambio, como no. Bueno, pues en Bolonia nos encontramos con dos de los más míticos aparcaderos del mundo. Uno era un hombre tan flaco que si se ponía de perfil le dejabas de ver y que al sonreír no te mostraba más de dos dientes, la otra era la persona más inútil del universo y que, a parte de estafadora, era una tocapelotas. El primero no nos dejó ni entrar al primer parking, nos largó directamente entre voces y salivazos... La otra nos tuvo como 20 minutos esperando paradas en medio de ninguna parte y sin saber porqué coño la cosa no avanzaba. Finalmente decidimos bajarnos para ver qué pasaba y resulta que la buena mujer, como en ese momento no había plazas en el parking, había decidido parar a los coches (véase que aquella era la única vía que había, y que era imposible dar la vuelta o moverse en cualquier dirección que no fuera hacia adelante) hasta que a alguien le diera por sacar su coche del aparcamiento. A todo esto, eran las 2:30, 3 de la tarde, hora a la que todo el mundo se va de la playa como es bien sabido... Total, que después de gritarle a pleno pulmón que era una inútil que no pintaba nada allí y que teníamos derecho a pasar y a largarnos si nos salía de las narices, pues los coches se acabaron haciendo a un lado y mal que bien salimos de allí gritándole a la paisana de gorra rosa y mirada poco inteligente palabras bonitas y aduladoras, como no podía ser menos. Lo bueno fue que según nos proponíamos a marchar a donde hiciera falta pero lejos de los aparcaderos un coche salió del primer parking. Según fuimos a aparcar el aparcadero intentó disuadirnos por alguna razón que aún no comprendo, pero acabó huyendo despavorido después de que las cuatro nos pusiéramos a gritarle a coro mientras echábamos ráfagas de fuego por la boca y rayos por los ojos... Como bien muestra mi bonito dibujo XD
La tarde ya fue más tranquila, lo pasamos realmente bien ya que la de Bolonia es una playa maravillosa. Una de las cosas que más encanto le confiere a aquella playa es la duna que se encuentra en su extremo derecho, una duna inmensa rodeada de bosque y desde la cual se aprecia perfectamente África, una maravilla vaya.
Y por fin llegó la noche, y nos dispusimos a ir hacia la duna con nuestros sacos y esterillas para pasar una tranquila noche bajo las estrellas. Pero de repente... ¡LA GUARDIA CIVIL! ¡¡¡MIERDA!!! No me preguntéis porqué, pero todas echamos a correr despavoridas De hecho, yo me había encontrado con una silla viejuna pero práctica que me servía para arrastrar mis pertenencias por la arena a modo de vagabunda playera, y la tuve que dejar abandonada otra vez :(
La cosa es que aquella tranquila noche se convirtió en una escena de una película de guerra: todas huíamos sin rumbo determinado cuando la voz de Conchi se hizo oír por encima de la conmoción general: '¡A la derecha! ¡¡¡A la derechaaaaaa!!!' Pues ahí nos veis, todas corriendo hacia la derecha para tirarnos detrás de una duna... Pero de repente...: '¡¡Lupe, al suelo, que te enfocan!!' Y ahí ves a la pobre Lupe, tirándose al suelo justo antes de que la enfocara la luz y arrastrándose con la ayuda de codos y rodillas hasta la duna... juasssss
En cuanto marcharon seguimos nuestro camino, nos emparanoiamos pos unas nuevas luces que iban al borde del agua (en busca de pateras según mi desquiciada mente) y terminamos tiradas en la duna gigante desde la que se vislumbraba África, escondidas en un hueco entre la arena, convencidas de que aquella noche acabaríamos en los calabozos de algún cuartel.
Finalmente las luces resultaron ser las de un grupo de gente a los que también les gustó la duna como destino aquella noche, y este grupo venía acompañado de un simpático perro, MI MANCHIIITASSSSS... El perro más bueno y más guapo del universo, que Lupe y su novio han adoptado y que ahora se pasea por León como un auténtico señor. Podría contaros toda la historia de Manchitas, como al principio tuvimos que dejarle para luego volver a buscarle en hora punta por toda la playa, nuestro laaarrrgo viaje a León... pero como diría Michael Ende, eso es otra historia, que ya contaré en otro momento... ;)
Y para dejar constancia de todo esto...
Bueno, a nosotras no nos pasó eso exactamente, más que nada porque no éramos 3, sino 4, y porque de princesas poco, aunque seamos divinas... ;) Pero sí que...
Pues resulta que... un día de camino a una playa en la que pasar la noche entre Los Caños y Tarifa terminamos en la playa de Bolonia por equivocación, pero ésta nos gustó tanto que decidimos que merecía la pena habernos equivocado y terminamos pasando allí, no sólo la tarde, sino la noche también. Eso sí, la velada no pudo empezar peor.
¿Sabéis lo que son lo que yo denomino los 'aparcaderos'? Resulta que son personillas de aspecto más bien 'yonkiano' (palabra derivada de yonki) que se dedican a indicarte de manera bastante innecesaria dónde puedes aparcar y después te reclaman un dinerillo a cambio, como no. Bueno, pues en Bolonia nos encontramos con dos de los más míticos aparcaderos del mundo. Uno era un hombre tan flaco que si se ponía de perfil le dejabas de ver y que al sonreír no te mostraba más de dos dientes, la otra era la persona más inútil del universo y que, a parte de estafadora, era una tocapelotas. El primero no nos dejó ni entrar al primer parking, nos largó directamente entre voces y salivazos... La otra nos tuvo como 20 minutos esperando paradas en medio de ninguna parte y sin saber porqué coño la cosa no avanzaba. Finalmente decidimos bajarnos para ver qué pasaba y resulta que la buena mujer, como en ese momento no había plazas en el parking, había decidido parar a los coches (véase que aquella era la única vía que había, y que era imposible dar la vuelta o moverse en cualquier dirección que no fuera hacia adelante) hasta que a alguien le diera por sacar su coche del aparcamiento. A todo esto, eran las 2:30, 3 de la tarde, hora a la que todo el mundo se va de la playa como es bien sabido... Total, que después de gritarle a pleno pulmón que era una inútil que no pintaba nada allí y que teníamos derecho a pasar y a largarnos si nos salía de las narices, pues los coches se acabaron haciendo a un lado y mal que bien salimos de allí gritándole a la paisana de gorra rosa y mirada poco inteligente palabras bonitas y aduladoras, como no podía ser menos. Lo bueno fue que según nos proponíamos a marchar a donde hiciera falta pero lejos de los aparcaderos un coche salió del primer parking. Según fuimos a aparcar el aparcadero intentó disuadirnos por alguna razón que aún no comprendo, pero acabó huyendo despavorido después de que las cuatro nos pusiéramos a gritarle a coro mientras echábamos ráfagas de fuego por la boca y rayos por los ojos... Como bien muestra mi bonito dibujo XD
La tarde ya fue más tranquila, lo pasamos realmente bien ya que la de Bolonia es una playa maravillosa. Una de las cosas que más encanto le confiere a aquella playa es la duna que se encuentra en su extremo derecho, una duna inmensa rodeada de bosque y desde la cual se aprecia perfectamente África, una maravilla vaya.
Y por fin llegó la noche, y nos dispusimos a ir hacia la duna con nuestros sacos y esterillas para pasar una tranquila noche bajo las estrellas. Pero de repente... ¡LA GUARDIA CIVIL! ¡¡¡MIERDA!!! No me preguntéis porqué, pero todas echamos a correr despavoridas De hecho, yo me había encontrado con una silla viejuna pero práctica que me servía para arrastrar mis pertenencias por la arena a modo de vagabunda playera, y la tuve que dejar abandonada otra vez :(
La cosa es que aquella tranquila noche se convirtió en una escena de una película de guerra: todas huíamos sin rumbo determinado cuando la voz de Conchi se hizo oír por encima de la conmoción general: '¡A la derecha! ¡¡¡A la derechaaaaaa!!!' Pues ahí nos veis, todas corriendo hacia la derecha para tirarnos detrás de una duna... Pero de repente...: '¡¡Lupe, al suelo, que te enfocan!!' Y ahí ves a la pobre Lupe, tirándose al suelo justo antes de que la enfocara la luz y arrastrándose con la ayuda de codos y rodillas hasta la duna... juasssss
En cuanto marcharon seguimos nuestro camino, nos emparanoiamos pos unas nuevas luces que iban al borde del agua (en busca de pateras según mi desquiciada mente) y terminamos tiradas en la duna gigante desde la que se vislumbraba África, escondidas en un hueco entre la arena, convencidas de que aquella noche acabaríamos en los calabozos de algún cuartel.
Finalmente las luces resultaron ser las de un grupo de gente a los que también les gustó la duna como destino aquella noche, y este grupo venía acompañado de un simpático perro, MI MANCHIIITASSSSS... El perro más bueno y más guapo del universo, que Lupe y su novio han adoptado y que ahora se pasea por León como un auténtico señor. Podría contaros toda la historia de Manchitas, como al principio tuvimos que dejarle para luego volver a buscarle en hora punta por toda la playa, nuestro laaarrrgo viaje a León... pero como diría Michael Ende, eso es otra historia, que ya contaré en otro momento... ;)
Y para dejar constancia de todo esto...
viernes, 1 de agosto de 2008
Me voyyy
Bueno, y de nuevo llega otro viajecito. Para el sur que me voy esta vez, a conocer Andalucía, que ya es hora.
Espero que vosotros también disfruteis del veranito.
Besos para todos.
Espero que vosotros también disfruteis del veranito.
Besos para todos.
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