Mi pobre blog está abandonado, todos lo sabemos, pero eso no quiere decir que de vez en cuando no me acuerde de él. Hombre, si yo misma lo visito un par de veces al año, ¿qué puedo esperar de los demás? Pero me resisto a abandonarlo, y más aún a cerrarlo, aquí hay muchas historias y muchos momentos que no quiero que se pierdan, aunque en la práctica permanezcan olvidados entre las páginas de este diario electrónico.
Y ahora que me he vuelto a acordar de mi página he decidido cambiarle de nuevo el aspecto. El que había puesto no me convencía, así que tras muuuuucho pensar, he decidido que se quede así, al menos por el momento... jeje. Ha habido bajas por el camino, como la de mi preciosa luna, pero es que desde la última remodelación se había salido un poco del molde en cuanto a dimensiones se refería, y ahora ya no encajaba tan bien como antaño.
En fin, veremos qué pasa con el tiempo. Si los cambios superficiales serán una muestra de un cambio en la rutina de este mi rincón virtual, o sólo una pequeña huella en el polvo del olvido que lo envuelve...
Se admiten apuestas :P