Menos mal que Japo es virtual, sino el pobre habría muerto hace tanto...
Será que desde que he vuelto he intentado centrarme en la tesis (sin mucho éxito), igual resulta que me he quedado sin palabras (no caerá esa breva...), a lo mejor mi vida ahora es tan apasionante que ya no tengo tiempo para comunicaciones virtuales (lo cual tampoco es del todo cierto...), la cosa es que no hay manera de que actualice esta pobre página.
Y ahora ya poco importa, y es que hoy que por fin me he acordado de entrar y de escribir algo, y publicaré una entrada que es probable que nadie lea ya que nadie confía ya en que vuelva a contar mis historias por aquí.
Podría hablar de mis recientes aficiones: la escalada (y el curso de Palencia que tanto mereció la pena) o mis rutas por las monañas de León... Podría hablar de la gente de espabila (el programa de ocio alternativo para jóvenes de la concejalía de León) y de todo lo que hacemos, o de la inauguración de EspacioVías del otro día, con el concierto de los Platillos Volantes. También está el tema de la vuelta a casa (¡¡¡ya volví hace casi 4 meses!!!), el reencuentro, volver a la rutina y ver como el pasado más reciente se convierte en una nube, casi en un sueño que en realidad no ocurrió...
Pero la cosa es que son demasiadas cosas que contar, y que no tengo ganas de desarrollar ninguna... Y tampoco he descubierto muchas curiosidades (hombre, el video de 'pin pan toma lacasitos' da que hablar, ¿pero para qué darle más fama?).
En fin, voy a ver si escribo algo más de mi ponencia y me voy a la cama, que mañana toca trabajar, y la verdad es que el segundo año de la tesis está resultando bastante más pesado que el primero, y eso a pesar de mis estancias y mis congresos que lo hacen más llevadero, aunque a la vez multiplican, y mucho, la capacidad de centrarse en casi cualquier cosa menos en los que realmente importa, y eso no ayuda en absoluto.
En fin, buenas noches Japo, siento no haberte dado tu alfalfa en tanto tiempo.